26 abril 2014

La carpa blanca de los villeros

Hoy es el sexto día de la huelga de hambre de la ‪‎Carpa Villera‬ que está en frente del Obelisco. Organizados por la Corriente Villera Independiente que reúne a 16 villas de la Ciudad de Buenos Aires -cabe destacar que no responde a ningún partido político-, los villeros piden la urbanización y la radicación de los asentamientos, y que se cumpla la Ley 148, sancionada hace 16 años, que obliga a urbanizar todas las villas (¿esta ley también se debe cumplir o sólo algunas?).

La carpa blanca docente estuvo entre 1997 y 1999 frente al Congreso Nacional en reclamo de un aumento en los fondos destinados a educación. Hoy los villeros repiten la misma metodología en reclamo de una vivienda digna.

Quienes quieran apoyar la causa, pueden pasar, estampar su firma, charlar con los huelguistas y hasta dejar alguna donación (sólo líquidos o infusiones). Y si no es para apoyar a uno de los sectores de la sociedad más desfavorecidos, tal vez es una linda oportunidad para sacarse algunos prejuicios. Los villeros son gente muy trabajadora, que hacen muchos de los trabajos que la clase-media prefiere no hacer y que sufren constantemente la precariedad laboral.

Julieta y Jonathana son dos de las ocho huelguistas que realizaron cinco días de huelga de hambre. Hoy fueron relevadas por otros cinco villeros. Me hablaron de la situación de marginalidad, los incendios, las inundaciones, cómo sufren la delincuencia ante la ausencia del Estado y no piden nada gratis: "Nosotros queremos el derecho a poder pagar la luz, el gas, el agua y el ABL. No queremos nada regalado, queremos poder pagar nuestro propio techo".

Julieta y Jonathana, dos de las ocho huelguistas: "Queremos una vida digna para nuestras familias".

De visita en Argentina, hoy salió una entrevista al escritor Paul Auster. Quien ganara el Premio Príncipe de Asturias en Letras en 2006 responde por ahí: "La lucha tiene que continuar, lo que pasa es que para ver si sirve [la protesta] hay que mirar a lo grande. En los últimos cien años, por ejemplo, cada cambio conseguido –la abolición de la esclavitud, el voto femenino, por ejemplo– es consecuencia de la lucha de miles de personas que dejaron la vida en el intento y no llegaron a ver los resultados. Pero cada tanto, las siguientes generaciones toman algo y alguna cosa cambia para mejor. Por eso no debemos dejar de pelear".

Una vivienda digna, que es fundamento de una existencia digna, es una noble razón para luchar. Sería muy lindo que quienes tenemos un poquito más nos solidaricemos con los que menos tienen. Y a decir verdad, urbanizar una villa y que los villeros paguen esas casas con un crédito a varias décadas, es bastante menos imposible que lo que fue la abolición de la esclavitud.

Se puede pasar por la carpa, estampar su firma, conversar con los huelguistas y dejar una donación de líquidos o infusiones.

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