12 diciembre 2016

¡Qué lindo es ser hincha de Boca!

Cuando era chiquito, mi abuela Nelly, la mamá de mi mamá, comenzó a cantarme "Dale Boca" con el único fin de irritar a mi viejo, Vicente. Digo eso porque, en verdad, ella era hincha de San Lorenzo y no le importaba el fútbol. Mi papá se habrá confiado en que un cantito no iba a surtir efecto porque ese es el único modo de entender que mi abuela lo haya primereado y un hincha de Riber tenga un hijo de Boca.


Gracias Carlitos. Como el caño de Román a Yepes, el tercer gol no lo vamos a olvidar nunca. Foto: Prensa Boca

El Gallina y yo Bostero, no hubo Bombonera para mí de chiquito. Aunque sí compartimos cientos de canchas con mi papá durante 15 años porque todos los fines de semana me llevaba a jugar al club del barrio y era mi primer fan: el que gritaba mis goles, el que le gritaba al árbitro haciéndome pasar vergüenza y el que me chiflaba dándome indicaciones, que para mí eran más importantes que las de mis directores técnicos.

Conocí la cancha de Boca de grande. Bastante de grande. Cuando una persona a quien guardo mucho cariño me hizo hacer socio. Usted sabe, a diferencia de otros clubes a los que les faltan hinchas, a Boca les sobran. Somos la mitad más uno de los argentinos -el pueblo y el carnaval- y no entramos en el estadio. Entonces, para poder ir a la cancha hay que pagar el abono mensual.

Hoy ya no juego al fútbol porque juego mal y me pongo triste. Nunca me gustó ver fútbol. Ni en la tele ni en la cancha: todos sabemos que está años luz de jugarlo. Pero creo que todo el mundo debería ir a La Bombonera. Por lo menos, antropológicamente. Lo que se vive ahí es increíble. Realmente. Y ni hablar si te toca un Superclásico. Como el de las bengalas y "los fantasmitas" que me tocó a mí cuando Riber volvió del descenso y todavía podían ingresar los visitantes. Porque, recordemos, Riber quemó el Monumental cuando se fue a la B. Y los grandes no descienden.


Hoy mi viejo vino a ver un superclásico a mi departamento por primera vez desde que me mudé. Lo recibí con guacamole, empanadas caseras y choripán porque sé que le gusta que le cocine. Antes del partido, la abuela Argentina dijo que iba a hinchar por Boca para que seamos dos y dos.

Festejé el primer gol en silencio y le pregunté a mi papá si estaba nervioso. En cambio, Vicente rompió la cordialidad y, gritó el primero y el segundo -mi abuela no cumplió su promesa y también festejó-, y me devolvió varias veces la cargada. Más tarde, comprobé lo lindo de ir corriendo hacia el balcón a gritar los goles como un desquiciado. 

Mi papá, Vicente, miró el final del partido con la calentura de ser Gallina y la felicidad de ver a su hijo contento. Al fin y al cabo, un buen padre hincha de Riber es aquel que acepta cambiar los roles y convertirse en hijo, por lo menos, dos veces al año.

Quién te dice pa, cuando ambos seamos más grandes, y yo papá, y vos abuelo, te preste el carnet de socio para que lleves a tu nieto a La Bombonera. Una cancha en donde no hace frío y donde la gente canta, en las buenas y en las malas. Donde no hay lugar para un silencio atroz. Quién te dice, en una de esas, vos también terminás sabiendo qué lindo es ser hincha de Boca.

Y sí. Escribí esto es para cargarte una vez más. Y para que recuerdes que te quiero mucho.

09 noviembre 2016

Increíble la victoria de Donald Trump

En diciembre de 2012, el político mexicano que no pudo responder en la Feria del Libro de Guadalajara cuáles fueron los libros que más han influido en su vida fue electo presidente de México.

En abril de 2013, el candidato venezolano que veía a su líder convertido en un pajarito, ganó las elecciones de Venezuela por un justo margen.

En diciembre de 2015, el Jefe de Gobierno argentino que mandó a reprimir a indigentes en situación de calle, y trabajadores y pacientes de un hospital neuropsiquiátrico, y que aumentó la mortalidad infantil en la ciudad más rica del país, se convirtió en el presidente de Argentina.

En abril de 2016, los hermanos peruanos debieron elegir su presidente entre Pedro Pablo Kuczynsky, el ex ministro de Economía cuestionado por las privatizaciones y la apertura neoliberal, y Keiko Fujimori, la hija del ex presidente Alberto Fujimori juzgado por violaciones a los Derechos Humanos.

En junio de 2016, nos enteramos qué significaba brexit y los sectores británicos más conservadores votaron por la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.

En agosto de 2016, el corrupto parlamento brasileño destituyó a una presidente más honesta que ellos y elegida democráticamente por 54 millones de personas.

A principios de octubre de 2016, los colombianos votaron por el "No a la paz" en Colombia promovido por el ex presidente Álvaro Uribe acusado de asesinar a campesinos y hacerlos pasar por guerrilleros de las FARC.

A fines de octubre de 2016, el presidente español del Partido Popular (PP) que aumentó la desigualdad y los desahucios, fue reelecto Presidente en España con el apoyo del principal partido de la oposición, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Y ayer... Ayer nada cambió. El candidato estadounidense xenófobo, misógino y racista ganó las elecciones de Estados Unidos.



Nota del Redactor: le soy sincero. El último párrafo fue modificado. El original decía así: "Sin embargo, hoy, en este mundo, algo cambió. El candidato estadounidense xenófobo, misógino y racista no ganó las elecciones de Estados Unidos. Y, en este mundo que marcha al individualismo y el egoísmo, esta derrota es una lucecita de esperanza para quienes nos negamos a pensar que un mundo mejor no es posible".

29 octubre 2016

Desarrollo con-ciencia

El prestigioso economista Aldo Ferrer lo explicó hace ya varias décadas en su clásico libro La economía argentina: "En el pasado, el poder de los países dependía principalmente de la magnitud de los factores tangibles, territorio y población. La revolución industrial generó una fuente intangible de acumulación de poder: la ciencia y la tecnología y sus aplicaciones a la producción y la organización nacional. (...) Las posiciones de dominio y subordinación en el sistema internacional dependieron, de allí en más, de la capacidad de cada sociedad para generar y aplicar el conocimiento dentro de su propio espacio y organización social".

Para el autor, esta situación termina de consolidarse en 1945 cuando el poder destructor de las bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki, y el desarrollo tecnológico demostraron que la asimetría en la capacidad de producir conocimiento científico amplió la brecha entre los niveles de vida y renovó los mecanismos de dominación. En síntesis: a más desarrollo científico y tecnológico, y consecuente aplicación de sus avances en el tejido social, mejores condiciones de vida y más soberanía respecto al resto del mundo.

"No nos obliguen a irnos. Quiero hacer ciencia en mi país", pide un cartel con forma de avión. El 26 de octubre, miles de científicos y trabajadores de la educación convocaron frente al Congreso para reclamar que no se ajuste en ciencia y tecnología.

Esta larga introducción para volver a poner el foco en una noticia sobre la cual los medios y el establishment periodístico no están reaccionando con la indignación suficiente a las penosas consecuencias que va a generar: el recorte en ciencia y tecnología en el presupuesto de 2017Si bien Nora Bär, en La Nación, y Juan Brodersen, en Clarín, lo han explicado con claridad, hay que volver a repetirlo porque, como dijimos, no hay tanta cobertura mediática como el tema lo merece: mientras entre 2009 y 2015 el monto invertido varió entre el 0,7 y el 0,8 por ciento del presupuesto nacional, para el año que viene habrá un descenso al 0,59 por ciento. Un recorte, un ajuste o como quiera llamarlo. Lo que es claro es que el Presidente Mauricio Macri nos está marcando que para su Gobierno no es ni será importante el desarrollo científico.

Raro, porque Cambiemos fue muy claro en sus promesas de campaña: "Vamos a más que duplicar la inversión en ciencia y tecnología, a 1,5% del PBI". ¿No me cree? ¿Sigue sin creer? No hay peor ciego que el que no quiere ver: aquí está la promesa del Presidente en Facebook del 30 de octubre de 2015. Una mentira más.

¿Qué significa este ajuste? Menos cantidad de becas para jóvenes científicos, la fuga de cerebros de profesionales ya formados, más dependencia del conocimiento científico del exterior y menos insumos para quienes aún puedan seguir ejerciendo la ciencia en el país. Veámoslo más claro: menos investigación para encontrar la cura al VIH, menos investigación para curar el cáncer de mama y menos investigación para prevenir diarreas bacterianas infantiles. Fíjese usted mismo lo que investigan nuestros científicos.

Si a esto sumamos la quita de retenciones al sector agroexportador y la megaminería, la crisis que atraviesa el sector industrial y el megaendeudamiento de 2016, la ecuación es clara: estamos volviendo a la primarización de nuestra producción y a la dependencia externa. Dicho sea de paso: ninguna novedad para quien ha sabido leer el sesgo ideológico del actual Gobierno.

En 1994, el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, mandó a los científicos a "lavar los platos".
Los argentinos tenemos un serio problema en aprender de los errores nuestra la historia.

"Saber algo. Hacer algo con lo que se sabe", reza el nuevo (y cínico) spot del diario Clarín. ¿Por qué citamos al multimedios? Porque, como tantas otras malas noticias de 2016, los grandes medios aliados al macrismo han decidido tapar el ajuste de la ciencia. ¿No me cree? Compárelo con el bombardeo sobre no sé qué de la actriz Andrea Del Boca que rebota desde El diario de Mariana hasta Intratables. Si durante el kirchnerismo la puja entre los medios masivos y el Gobierno nos permitía conocer al dedillo todos los casos de mala praxis y corrupción -lo cual estaba muy bien-, hoy esos mismos medios nos (des)informan ocultando.

Digámoslo aún más claro. Si no sabemos que la ciencia es importante para el desarrollo de un país. Si no sabemos que las potencias del mundo invierten un alto porcentaje de su presupuesto en ciencia. Si no sabemos que hoy en Argentina hay un ajuste en ciencia. Si no sabemos que el miércoles 26 hubo una gran movilización de científicos contra ese ajuste. Si no sabemos todo eso, ¿qué vamos a hacer? Y la misma pregunta cabe para muchas otras cuestiones: si no sabemos que aumentó fuerte la pobreza, el hambre, la gente en situación de calle o si no sabemos que los que más tienen ganan más y los que menos, menos.

¿Es culpa de los que no saben? No. Es culpa de los que sabemos y no hacemos todo lo que podríamos hacer para que el resto también sepa. Es culpa de los que sabemos y no queremos pagar los costos del pensamiento crítico. Justamente de allí parte nuestra premisa: visibilizar para saber y saber para transformar. En este caso, también es culpa de los propios científicos que, no pocas veces, están demasiado lejos de "la gente". Sí, son tan inteligentes que están demasiado lejos de "la gente".

Presupuesto invertido en ciencia según el porcentaje del PBI. Imagen elaborada por Julián Gargiulo en base una propuesta por Mauricio Macri.

En su nota de 2001 "Cuando seamos ricos, haremos ciencia", el presidente de la Fundación Sales -una institución que apoya la ciencia y la cultura-, Arturo Prins, concluía: "En las economías del conocimiento, como diría Houssay, los países ricos son ricos porque investigan. Nosotros todavía creemos que cuando seamos ricos haremos ciencia".

Como tantas otras veces en su historia, hoy la Argentina vuelve a discutir el modelo de país que quiere para su futuro: si uno que camine hacia el desarrollo, con relaciones simétricas con el mundo y, que defienda la solidaridad y la equidad; o si, en cambio, otro modelo que nos posicione como exportador de materias primas, subordinado a los intereses de los círculos financieros internacionales y con una fuerte desigualdad interna.

Los caminos son bastante claros. Y cada uno de nosotros tomará una posición. Después nadie podrá decir que no sabía ni indignarse preguntando: "¿Qué nos pasó?".

16 octubre 2016

Gente de la calle: 46 entrevistas

Desde hace cuatro años, mis estudiantes de primer año de periodismo de la Universidad Del Salvador hacen entrevistas con gente en situación de calle. Las hacen después de una primera práctica con un deportista o artista -profesional o amateur- y es una de las 10 entregas cuatrimestrales. Este año las entrevistas realizadas y corregidas fueron 46.

Los objetivos son tres: a. practicar la técnica de la entrevista, b. conocer una realidad ajena a jóvenes de clase media, c. borrar algunos de los prejuicios que todos llevamos sobre lo desconocido y d. compartir la sensibilidad para que el día de mañana puedan visibilizar estos temas dentro de las agendas mediáticas.

Si bien los estudiantes siempre se muestran reacios a la actividad cuando doy la consigna -lo cual se percibe en las caras-, a la semana siguiente siempre sucede lo mismo: todos quieren compartir su experiencia.

Por mi parte, me gusta corregir esos trabajos por dos razones: a. cuando leo las preguntas y las respuestas intento recrear la situación y pensar qué habrá pasado por sus mentes -e imagino que difícilmente uno puede seguir siendo el mismo-, y b. me permite hacer lecturas sobre el tema y continuar entendiendo.

Una de las conclusiones más claras -que también comentan los especialistas- es que todas las personas en situación de calle rompieron sus vínculos con sus familiares y amigos. Si alguno de nosotros le fuera mal económicamente, automáticamente recurriría a un conocido, en cambio ellos perdieron esos vínculos. De hecho, muchos no son de la Ciudad de Buenos Aires.

En segundo lugar, muchos están en la calle desde la crisis de 2001. Las crisis del capitalismo no son gratuitas y quien no pudo pagar el alquiler o la hipoteca -ni contar con la ayuda de un conocido- pasó a vivir en la calle. La pregunta sobre la primera noche en la calle siempre tiene la misma respuesta: incertidumbre y miedo.

En tercer lugar, la falta de educación y las adicciones a la droga y el alcohol. Muchos de ellos se cuestionan no haberle dado más importancia a la escuela, mientras que las adicciones son factores de ruptura de los vínculos familiares o de dificultad para sobrevivir el día a día. Esto también se ve reflejado en las respuestas.

Este año me encontré con entrevistas a nuevas personas en situación en calles por dos razones: pérdida de trabajos informales e imposibilidad de pagar el aumento de los precios de las habitaciones de hoteles. Los ajustes siempre se llevan puesto primero a los más humildes.

Y una última triste conclusión es que a la larga la mayoría de ellos se termina acostumbrando a la situación de calle. Casi lo mismo que nos pasa a nosotros que cada vez vemos más gente durmiendo en la calle...

... y no hacemos nada.

03 septiembre 2016

El Patriarcado: de la política a la Justicia



A partir de las denuncias de femicidio y las marchas del #NiUnaMenos, la Argentina ha puesto el foco en la desigualdad de género. Creyendo que los hombres debemos acompañar estas luchas, nuestra intención no es hacer un comentario al respecto dado que las especialistas ya están, sino más bien aportar datos sobre el patriarcado en la política y la justicia para enriquecer el debate.

Esta intención no surge en el aire, sino que viene del reclamo de diputadas nacionales para que exista una modificación en la reforma electoral que permita la equidad de género en las legislaturas nacionales y provinciales. En apoyo a este pedido y creyendo que los hombres debemos acompañar las luchas de las mujeres es que tomamos los siguientes números.

El dato que nos permite hacer una comparación para saber si efectivamente se replica el patriarcado en la política y la justicia es el del censo de 2010 que informaba una población total de 40.117.096 argentinos, de los cuales 20.593.330 eran mujeres. Esto significa el 51,33% de la población, un poquito más de la mitad.

Corte Suprema: sólo una mujer entre cinco miembros. O sea, el 20 por ciento.


Tras la renuncia de los jueces Eugenio Zaffaroni y Carlos Fayt, y el fallecimiento de Carmen María Argibay el máximo tribunal inició su tránsito hacia la nueva composición de cinco miembros. Este proceso se completó este año con la asunción de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti. El dato que surge es que sólo hay una mujer: Elena Highton de Nolasco. Esto significa sólo el 20% de los jueces, bastante lejos de la mitad.


Los jueces federales están en el ojo de tormenta dado que son los responsables de investigar temas como la corrupción o el narcotráfico. De los 12 juzgados, sólo uno está ocupado por una mujer, o sea, el 8,33%. La jueza es María Romilda Servini de Cubría, conocida por haber querido censurar a Tato Bores o anunciarle a Estela de Carlotto el encuentro de su nieto. Actualmente quedó vacante el sillón de Norberto Oyarbide, quien renunció debido a la presión social sobre su cargo. ¿Su lugar lo ocupará una mujer o un hombre?


De los 24 gobernadores provinciales sólo cinco son mujeres: María Eugenia Vidal, en la Provincia de Buenos Aires; Lucía Corpacci, en Catamarca; Alicia Kirchner, en Santa Cruz; Claudia Ledesma, en Santiago del Estero -aquí agregamos que es la esposa del anterior Gobernador Gerardo Zamora-; y Rosana Bertone, en Tierra del Fuego. Esto es el 20,83% de los gobiernos.


Con una población de alrededor de 10 millones de personas, los 26 intendentes del Conurbano acumulan tanto poder como para ser llamados "barones del Conurbarno". Tras las elecciones de 2015, sólo una mujer se ha convertido en intendente: Verónica Magario en la populosa La Matanza. Esto representa el 3,84%. El dato es importante dado que si bien es ínfimo, es la primera vez que una mujer gobierna el municipio, mientras que este cronista no recuerda otra "intendenta" en los últimos años.


Según un estudio de la Fundación Directorio Legislativo, de los 257 diputados nacionales, sólo 99 son mujeres. Es decir, un 38,5%. La situación en la Cámara Alta mejora un poquito: de los 72 senadores, 30 son mujeres, o sea, el 41,7%. Algo similar ocurre en las Legislaturas Provinciales: Tierra del Fuego es la que más presencia de mujeres tiene con un 47%, mientras que en Santa Fe sólo el 20% son mujeres.


Gobiernos Provinciales: de los 24, sólo 5 son mujeres. María Eugenia Vidal gobierna por primera la Provincia de Buenos Aires, Claudia Ledesma sucede a su esposo en Santiago Del Estero, mientras que Rosana Bertone reemplaza a otra mujer. Alicia Kirchner continúa la dinastía kirchnerista en Santa Cruz y antes Lucía Corpacci había destronado a Brizuela del Moral en Catamara. Foto: La Nación

Neoliberalismo, desempleo y cinismo

No sé usted, pero a mí no me molesta la no-capacidad. De hecho, Raúl Alfonsín chocó contra el peronismo y los poderes económicos, no pudo ser capaz de encauzar nuestra democracia y, de todos modos, me genera admiración. Deberíamos escuchar más su discurso de cierre de campaña en 1983. Y algo parecido me sucede con Arturo Illía que con honestidad y austeridad sí logró mejorar la economía, pero sufrió de igual modo a la dictadura y el desprestigio de los medios.

La Marcha Federal sorprendió a gran parte de la población a raíz de la desinformación mediática. Fue tan masiva que obligó a los medios a cubrirla y le pegó un cachetazo a quienes no ven claramente la realidad. ¿Habrá para general? Foto: Sin Medios.

Hace pocos días, el INDEC ha informado que la desocupación aumentó del 6,6 en el segundo trimestre de 2015 al 9,3 por ciento en el segundo semestre de 2016. Exactamente el 50% en un año. Terrible. Allí hay una responsabilidad de los últimos meses de Cristina Kirchner, claro, pero, especialmente, el desempleo aumentó con el Gobierno de Mauricio Macri.

A mí no me molesta el no poder. Lo que verdaderamente me molesta es la mala leche acompañada de cinismo. Que, al menos en este caso, actúan de la mano. Cuando Mauricio Macri expresa su dolor por el desempleo, no le creo. Estoy convencido de que es mentira porque desde que llegó no hizo más que fomentar los despidos. Y tengo con qué argumentarlo:

a. Ni bien asumido, despidió a miles de trabajadores del Estado acusándolos a todos -con el apoyo de los medios- de "ñoquis". Y tengo amigos que lo sufrieron en carne propia. ¿Echaron ñoquis? Sí. ¿Echaron muchísimos no-ñoquis? También.
b. Despidiendo desde el Estado habilitaron a las empresas a despedir. No se sabe porque los medios lo ocultan, pero pruebe: escriba "suspensiones" en Google y vaya a la sección de "noticias". Va a ver muchas noticias que no aparecen en tapa ni ocupan mucho tiempo en la tele o la radio.
c. Para peor, con la recesión -caída de la actividad económica- disminuyó el consumo, habilitando una nueva ola de despidos. Si se compra menos, se producirá menos y sobrarán trabajadores.
d. Cuando los gremios reaccionaron y todos los diputados de la oposición se unieron para una "Ley Antidespidos", Macri la vetó de una. ¿Recuerda lo que dijo? "Para mí, es una ley antiempleo y contra los argentinos". ¿Se equivocó o quería que las empresas pudieran despedir libremente?
e. Agregaría también que en el día de San Cayetano, el Ministro de Trabajo pidió por Twitter: "Hoy es San Cayetano. Que Dios nos acompañe cuidando el trabajo de los que lo tienen y abriendo oportunidades para los que lo buscan". Si vamos a esperar a que San Cayetano nos dé laburo estamos en el horno señor Ministro. Debe haber políticas públicas Sr. Triaca.
f. Agrego también que, llenándoles las obras sociales de dólares, Mauricio Macri ha comprado la voluntad de la burocracia sindical, es decir, de Hugo Moyano y el ex menemista Luís Barrionuevo que se niegan a hacer un paro general. Un pedido que retumbó en la plaza de la Marcha Federal. Cuando llegue el paro ya verán a los medios hablar de desestabilización.

A las personas de buen corazón no les va a cerrar, pero el neoliberalismo funciona así: las corporaciones necesitan aumentar el desempleo para que entre muchos desempleados compitamos por un laburo y aceptemos salarios más bajos -o bien para conseguir un empleo o bien por miedo a perder el que tenemos- y peores condiciones laborales. ¿Para qué? Para que ellos puedan aumentar su tasa de ganancia bajando "el costo" del salario.

Justamente esto es lo que separa a las dos Argentina: mientras un sector de la población ve este avasallamiento sobre la clase media y la clase baja con claridad, y cree que el único modo de protegerse es saliendo a las calles; existe otro sector que no sólo no lo ve, sino que cree que es necesario que la guita le alcance menos y que cualquier protesta es un "palo en la rueda". Menos aún ven que mientras los de abajo se ajustan, los de arriba la están pasando mejor que nunca. Desde ya que esto último no surge del aire, sino que es el discurso que bajan el Gobierno y los medios. Y por eso su sorpresa al ver la Plaza de Mayo desbordando.

La década del '90 no fue gratuita. La sociedad ha aprendido y estudiado el proceso iniciado en 1976 y finalizado en 2001. Y también se ha organizado. Esta vez no va a ser tan fácil. Y si se les va la mano con el ajuste, la gente estará en la calle. Como ocurre en cualquier país del mundo.

En fin, lo que está en cuestión es una puja distributiva. De un lado el Gobierno, los medios masivos y los empresarios, y, del otro, la sociedad organizada -si estuviera desorganizada sería peor, sépalo- en las calles y los medios comunitarios en las redes sociales y el éter.

Entendemos su fe y esperanza, pero, no todos tienen tan buen corazón y para que unos tengan más, lamentablemente, algunos poquitos necesitan que nosotros tengamos menos. Aunque no lo crea -ni lo vea-, en las calles también lo estamos defendiendo a usted y los suyos.

24 agosto 2016

La rebelión de las frutas

Lo hemos dicho varias veces y lo diremos una vez más, la protesta social es una herramienta de los pueblos que tiene dos objetivos fundamentales: en primer lugar, reclamar al Estado la solución de un problema y, en segundo lugar, visibilizar una demanda frente al resto de la sociedad. Justamente por eso se realiza en el espacio público y no en el patio de una casa.

Bajo el lema "La crisis frutícola nos afecta a todos", el 23 de agosto será recordado por "el Frutazo", una original metodología de protesta de los productores de manzanas y peras del Alto Valle de Río Negro que están a travesando una importante crisis a raíz de los altos costos de producción que los hace ir a pérdida. Desde ya que esto no ha surgido con el nuevo Gobierno, sino que viene de hace tiempo -si no pregúntenle al ex kirchnerista Miguel Ángel Piccheto. Sin embargo, en los últimos meses se ha agravado.



El campo es heterogéneo: ni el gran latifundio y la oligarquía que apoyó golpes de estado a diestra y siniestra, ni los pequeños y medianos productores, sino una combinación de ambos con tendencia a la concentración en pocas manos. Justamente éste ha sido el gran error de Cristina Kirchner en 2008. Y paradójicamente es el mismo error que está cometiendo el Gobierno de Mauricio Macri desde que asumió. Pero al revés, claro.

Las políticas públicas de Cambiemos hacia el campo se han basado en la devaluación -por cada dólar exportado antes se recibían 9,5 pesos, mientras que ahora son $15- y, la reducción y quita de retenciones -quitar o bajar impuestos- a la exportación de granos. De este modo, Mauricio Macri benefició al campo con 8.000 millones de dólares, respondiendo rápidamente a la demanda del sector concentrado del campo nucleado en la Sociedad Rural Argentina (SRA). No en vano lo aplaudieron a rabiar en La Rural.

No viene al caso, pero la otra cara de la moneda está en la inflación que provocó la devaluación en los bolsillos y las mesas de las clases medias y bajas. Por otro lado, la economía es una sábana corta y si los exportadores de soja pagan menos impuestos, quien tiene que pagar más impuestos es usted.

Volviendo al campo, mientras se respondió al reclamo de las clases dominantes, no se prestó atención a los sectores que están atravesando una crisis como lo es la cuenca lechera de Santa Fe -si se queja el presidente de la corporación La Serenísima, imagínese el resto- o los pequeños y medianos productores de frutas del Alto Valle de Río Negro. En resumen, el Gobierno de Macri respondió a las "corporaciones" del campo, pero no a las PyMes, similar a lo que ocurre en las ciudades.

Justamente aquí está el problema de responder a los reclamos de la clases dominantes: se beneficia a una minoría sin atender a las mayorías. A "los ricos" se les soluciona rápidamente la búsqueda de rentabilidad -es decir, ganar más dinero-, mientras que se demoran las soluciones a las clases medias y bajas. Ni hablar del aumento en los alimentos que provocaron la devaluación y la quita de retenciones.

Finalmente, señalaremos que hay otro problema para la solución de este conflicto: la ideología económica del actual Gobierno. El neoliberalismo se basa en la no intervención del Estado en la economía, cuando no una alianza entre monopolios y gobernantes. Es un problema porque los productores de manzanas y peras del Alto Valle de Río Negro necesitan la intervención estatal dado que cerca del 80% de las exportaciones están concentradas en pocas empresas, mientras que sólo tres industrias concentran la industria juguera

Por fuera de la noticia, agregaré dos comentarios:

a. Los productores de manzanas y peras mostraron una metodología novedosa para visibilizar su reclamo acaparando la atención de los medios macristas tan propensos a ocultar las protestas -que son muchísimas. Agrego también que esta metodología no puede ser replicada por los sectores populares: ni repartir las chapas de sus viviendas precarias ni dar sus alimentos que son fundamentales para no morirse de hambre. Para los pobres, la protesta siempre será el piquete. Y mejor no pensar si la situación sigue empeorando.

b. Fue muchísima la gente que concurrió a Plaza de Mayo a buscar peras y manzanas. A ver si entendemos: peras y manzanas. Y allí estuvo buena parte del éxito de la protesta. Lo nuestro no es fundamentalismo, sino realidad: en la Argentina neoliberal, el aumento de los alimentos ha sido brutal: leche, carne, pan, harinas, frutas y verduras. Las colas frente a la Casa Rosada fueron sólo una expresión de ello. De hecho, el 7 de agosto este reclamo fue llevado en una marcha por "Paz, pan, techo, tierra y trabajo" que cruzó la Ciudad de Buenos Aires desde Liniers a Plaza de Mayo.

Ojalá que el Gobierno vea esto. Y los argentinos también.

14 agosto 2016

La marcha de los pobres

Es 7 de agosto y como todos los años los más necesitados se dirigen al Santuario de San Cayetano a pedirle -o agradecerle- al Santo del pan y el trabajo. ¿Podrá hacer algo cuando los modelos neoliberales creen que el desempleo es una variable para bajar el costo del trabajo? ¿Podrá cumplir cuando algunos creen que los alimentos son un negocio? ¿Atenderá los domingos? Quién sabe. Por lo pronto amaneció lindo. Menos mal porque la gente no suele marchar con lluvia. Tal vez sea una señal que demuestre la dignidad del reclamo.


En la esquina de La Rioja y Chiclana, el 101 no se hace esperar. Es casi tan fiel como el 37. Y 15 minutos más tarde, en la Estación de Once espera una formación del Sarmiento que saldrá hacia el Lejano Oeste. Lejano, al menos para mí, que siempre viví en la Zona Sur. Las estaciones de Once, Caballito, Flores, Floresta, Villa Luro y Liniers pasan por la ventana muy rápido. Ni siquiera se pueden pasar cinco páginas de la crítica de Atilio Borón al monetarismo neoliberal de Milton Friedman. Cuántos deberían leerlo.

La mayoría abandona el vagón y camina hacia la parroquia que queda en la calle Cuzco. Son muchos. La Avenida Rivadavia ya está cortada. Los "compañeros" de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CCC), la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barios de Pie y el Movimiento Evita ya están formados en la calle encabezados por ambulancias y vehículos que acompañarán la marcha. 

Inspirados en "las tres T" del Papa Francisco, los movimientos sociales decidieron llamar a la movilización "Paz, Pan, Techo, Tierra y Trabajo". Y tras una bendición, la marcha comienza pasadas las 9.00. Serán 13 kilómetros hasta Plaza de Mayo atravesando toda la Ciudad de Buenos Aires que los organizadores calcularon completar en seis horas. Demasiado para una movilización y suficiente para volverla histórica.



Los pasos se superponen y los rostros de la humildad hablan por sí solos. Las miradas fijas hacia el frente reclaman justicia. Justicia social. No piden vivir mejor. Ni que les bajen los impuestos como exige la codicia. Menos aún aumentar el ajuste como reclama el egoísmo. Simplemente piden vivir bien. Sólo exigen dignidad. Tener trabajo para ganar el pan con el sudor de la frente.

¿Quién puede estar en contra de ese reclamo?


O dicho de otro modo, ¿quién puede estar a favor del aumento de la pobreza, el hambre y el desempleo?

Liniers, Villa Luro, Vélez Sarsfield, Floresta y Flores: los barrios se apilan en la mañana de la Avenida Rivadavia. De a poquito se suman los dormilones que llegaron más tarde y la movilización se agranda tanto que los baños de las estaciones de servicio recuerdan a los de las rutas en las vacaciones de verano. Algunos comerciantes desinformados cierran los negocios por miedo. Sin embargo, la mayoría demuestra curiosidad. Se para en la vereda, mira cuánta gente y toman fotos con sus celulares.

Pero la solidaridad no sólo está en marchar. A pesar de la invisibilización de los medios, también hay varios informados que salen a los balcones. Algunas señoras golpean su cacerola en soledad o saludan mostrando su adhesión al reclamo. Grupitos de vecinos esperan en las esquinas y aplauden a los manifestantes. Las clases medias aplaudiendo a las clases bajas. Será ese afán de hacer comparaciones que tenemos los cientistas sociales que recuerda al "Piquete y cacerola, la lucha es una sola" de 2001.


El barrio de Caballito está más concurrido. Y Rivadavia se vuelve más angosta lo que provoca que la manifestación se alargue y los vecinos se amontonen en las veredas. Siendo Caballito un barrio más acomodado, intuyo que mi blanco y clasemediero rostro puede servir para comunicar las demandas de las clases populares. Además soy profesor de Comunicación. Cuac. "Estamos marchando contra el aumento de la pobreza, el hambre y el desempleo", repito a los vecinos a pesar de que nunca me gustó repartir volantes.

Algunos miran el volante con curiosidad y los más cálidos agradecen con una sonrisa. Desde ya que no todo es romanticismo. Dos mujeres con sus cabellos bien rubios y los pómulos operados se horrorizan cuando les comunico el reclamo. Más adelante un señor mayor con boina reacciona enojado: "¿Qué me venís con la pobreza, boludo? ¿Ahora me vas a decir que sos católico vos?". Me da pena porque los jubilados son uno de los grupos más perjudicados por el ajuste, pero cómo dialogar con alguien que no va a escuchar argumentos.

Una señora eleva la voz, no quiere recibir el volante, me dice que la pobreza no es de ahora y que el Presidente debe gobernar los cuatro años. Le explico que las estadísticas alertan un fuerte aumento de la pobreza y el hambre debido al aceleramiento de la inflación en alimentos y los despidos de los últimos meses. Agrego que no se exige que el Presidente renuncie, sino que cambie sus políticas neoliberales: "Señora yo soy de clase media y no me falta nada. Marchamos en solidaridad con los que menos tienen y la están pasando muy mal". Con las bolsas de las compras en las manos, la vecina me explica lo que piensa. La escucho y me escucha. Sonrío y sonríe. "Adiós Azucena, un gusto". "Lo mismo digo, Damián".





























Quedó atrás el mediodía y a la altura de Plaza Misere esperan muchísimas organizaciones. Distingo una gran columna de Patria Grande y una muy bulliciosa de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). A la altura de Congreso, la marcha se frena porque más de una docena de organizaciones esperan en Avenida de Mayo entre Callao y 9 de Julio. La Plaza va a estallar. La convocatoria ha sido un éxito. Y es mérito tanto de los organizadores como del Gobierno que está afectando derechos con los cuales no se puede jugar.

En la 9 de Julio llega el olor a chori y hamburguesa. En una marcha contra el hambre, huele a contradicción. Como un bumeran, mi rostro clasemediero se me vuelve en contra. "Son 50 pesos la hamburguesa", me dice el vendedor. La inflación está en todos lados: en la última marcha valían $40, un 25 por ciento más en sólo un par de meses. Sin embargo, una militante se solidariza: "Hacele precio al compañero". Le agradezco, pago la nueva tarifa de $40, para luego, inspeccionar las salsas criollas y chimichurris que descansan al rayo del sol.

Si crisis es oportunidad, el ajuste también puede ser un negocio. En las últimas cuadras aparece el marchandising del "Yo no lo voté". Tras seis horas de marcha, el ingreso a Plaza de Mayo es recibido por aplausos. Se respira orgullo. ¿Y qué otra cosa sentir? A las ovejas se las come el lobo y a los pueblos dormidos se los llevan puestos los poderosos. Así lo sintetizan dos banderas: "A la fuerza brutal de la antipatria le opondremos la fuerza social organizada" y "Esto no termina mientras haya un solo pobre".

Los organizadores calculan 100.000 personas. Superó las expectativas por mucho. Al otro día los principales medios estarán obligados a poner la marcha en tapa a pesar de su alianza con el Gobierno. La manifestación se termina y Arbolito toca "Pará la mano". La gente se desconcentra esperanzada. Una vez más, los más humildes nos han enseñado que 
la dignidad y los derechos también se luchan en las calles.

A las clases medias todavía nos resta mucho por aprender.

05 agosto 2016

Caminos para construir la paz

"Ninguna persona puede madurar en una feliz sobriedad si no está en paz consigo mismo. Parte de una adecuada comprensión de la espiritualidad consiste en ampliar lo que entendemos por paz, que es mucho más que la ausencia de guerra. La paz interior de las personas tiene mucho que ver con el cuidado de la ecología y con el bien común, porque, auténticamente vivida, se refleja en un estilo de vida equilibrado unido a una capacidad de admiración que lleva a la profundidad de la vida."

Papa Francisco - Laudato Si

"Muchas veces, la paz puede confundirse con la pasividad. Y no hay cosa más contraria. La paz tiene que ver con aprender a vivir la diversidad, porque ahí habita la riqueza de los pueblos, aun cuando nos tratan de imponer la uniformidad. Así como sucede sobre los monocultivos de soja, echando por tierra la biodiversidad con agrotóxicos como el glifosato, sobre el monocultivo de las mentes también nos meten el tóxico de las propagandas, desde los medios masivos y desde las estructuras gubernamentales que nos necesitan pasivos, aguardando inocentemente un derrame que no llegó, ni llegará jamás."

Adolfo Párez Esquivel - "Yo marcho con ustedes por la paz"


"Ríndete a la paz". De la muestra "Dream come true" de Yoko Ono en el Malba. Foto: Inés Pereyra Rivero.

Menos bombas

Menos balas
Menos industria armamentística.

Más salud
Más educación
Más equidad.

Menos xenofobia
Menos homofobia 
Menos discriminación.

Menos hambre
Más panzas llenas.

Menos mortalidad infantil.

Más trabajo
Menos explotación
Más derechos laborales.

Menos chicos en las calles
Menos chicos pidiendo monedas
Más chicos jugando en las plazas.


Menos destrucción de la naturaleza
Menos consumismo
Más Madre Tierra.

Menos gente de la calle
Menos especulación inmobiliaria
Más vivienda digna.

Menos egoísmo
Menos codicia
Más solidaridad.


02 agosto 2016

Un Gobierno débil

La semana pasada, gran parte de la atención mediática y de la opinión pública estuvo dada por "la cumbre" entre Marcelo Tinelli y Mauricio Macri -según el orden de importancia- a partir del conflicto surgido por las parodias de Freddy Villarreal sobre el Presidente y la respuesta de trolls -una persona o robot que ataca con mensajes a un usuario en internet- al conductor bajo el hashtag #TinelliMercenarioK en Twitter.


Más allá de los duros cuestionamientos que recibió el Presidente del Director Periodístico del Cronista Comercial, Fernando González, el conductor Jorge Rial, el actor Oscar Martínez o el humorista Alfredo Casero, la cumbre se ubica en la misma línea que el encuentro con Mirtha Legrand o la gentil entrevista que le realizó Jorge Lanata: hasta el momento el Gobierno de Mauricio Macri es un gobierno malo que necesita sí o sí el apoyo de los medios para sostenerse. Más aún, cuando la conflictividad social está en aumento.

Justamente por ello, una de las primeras medidas que tomó Mauricio Macri ni bien asumió -a diferencia de las medidas sociales que demoraron meses-, fue destrozar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual para beneficiar al Grupo Clarín, el principal multimedios de Argentina. No en vano, el especialista Martín Becerra calificó a la política de comunicación macrista como "restauración".

A pesar de que muchos deseen ocultar el poder de los medios, el Grupo Clarín ha sido un gran partícipe de la victoria macrista y uno de los que más irradia apoyo hacia el Gobierno de Cambiemos: desde las mañanas de Radio Mitre, hasta las tapas del diario Clarín, pasando por el Diario de Mariana a la tarde, cerrando con Telenoche y el noticiero de TN.

Dicho todo esto, nos hacemos un montón de preguntas contrafácticas acerca del comportamiento mediático con el nuevo Gobierno que, desde nuestra perspectiva, es una alianza imprescindible para su gobernabilidad.

¿Qué pasaría si el diario Clarín le sacara tapas negativas a Mauricio Macri como hacía con el Gobierno anterior? Esto se puede palpar incluso con la ausencia de acontecimientos relevantes como la histórica marcha del 12 de mayo en defensa de la educación pública. Puede chequearlo en la portada del 13 de mayo.

¿O si TN pasara una vez por hora una noticia sobre un asesinato o un robo violento como hacía antes? Y esto sin contar que en los últimos meses la cantidad de asaltos violentos, asesinatos y secuestros aumentó.

¿Qué sucedería si Jorge Lanata hiciera sus imprescindibles investigaciones sobre la corrupción en el macrismo? Los Panama Papers, la compra de dólar futuro por parte de funcionarios macristas o las acusaciones contra Fernando Niembro serían sólo algunos casos que se podrían investigar.

¿O si en lugar de invisibilizar las protestas sociales las promovieran tal como hacían antes? Desde este perfil siempre defenderemos la protesta social como una herramienta de los pueblos para interpelar al Estado.


Otros tiempos: en la apertura de 2015, el Macri candidato no sólo disfrutaba de la imitación, sino que también se prestaba a bailar.
Sugiero ver el baile, la musica de fondo y el diálogo que humaniza al Mauricio "empresario exitoso". Recuérdelo aquíFoto: Infobae

El kirchnerismo se equivocó: los medios no manipulan. De hecho, la Cristina Kirchner aliada a Clarín sacó un 43 por ciento de los votos en 2007. Bastante lejos del 54% que sacó la CFK enemiga de "el monopolio". Sin embargo, los medios sí cuentan con mucho poder para construir opiniones. Y más aún grupos mediáticos poderosos como el Grupo Clarín en Argentina, Grupo Globo en Brasil o Televisa en México.

Por lo tanto, estos multimedios son un actor fundamental en la política.

Y justamente esto se vio en las elecciones pasadas.

El Presidente Macri cuenta con una a favor: fueron tantos los líderes de opinión que lo apoyaron -Jorge Lanata, Marcelo Longobardi, Mirtha Legrand, Ari Paluch, Luís Majul, Jorge Fernández Díaz, Carlos Pagni, Joaquín Morales Solá, Alfredo y Diego Leuco, Nicolás Wiñazky- en las elecciones que, si Cambiemos fracasa, también habría fracasado la opinión de todos estos periodistas. O sea que el capital simbólico está compartido. Por el momento, la única con honestidad intelectual para cuestionar duramente las malas políticas de Cambiemos fue Mirtha Legrand quien también manifestó que sigue teniendo confianza.

Hasta el momento, el Gobierno de Mauricio Macri fue un fracaso. Salvo el cepo, su gestión no sólo no mejoró lo malo del kirchnerismo, sino que lo empeoró: inflación, hambre, desempleo y pobreza. Por suerte, gran parte de la sociedad cuenta con una doble vara para medir lo malo del kirchnerismo y lo malo del macrismo.

El Gobierno de Mauricio Macri es un gobierno débil porque depende de los medios. Si no cambia las políticas que han beneficiado a los más poderosos en detrimento de los que menos tienen, corre el riesgo de que en algún momento los que cambien sean los medios.