02 agosto 2016

Un Gobierno débil

La semana pasada, gran parte de la atención mediática y de la opinión pública estuvo dada por "la cumbre" entre Marcelo Tinelli y Mauricio Macri -según el orden de importancia- a partir del conflicto surgido por las parodias de Freddy Villarreal sobre el Presidente y la respuesta de trolls -una persona o robot que ataca con mensajes a un usuario en internet- al conductor bajo el hashtag #TinelliMercenarioK en Twitter.


Más allá de los duros cuestionamientos que recibió el Presidente del Director Periodístico del Cronista Comercial, Fernando González, el conductor Jorge Rial, el actor Oscar Martínez o el humorista Alfredo Casero, la cumbre se ubica en la misma línea que el encuentro con Mirtha Legrand o la gentil entrevista que le realizó Jorge Lanata: hasta el momento el Gobierno de Mauricio Macri es un gobierno malo que necesita sí o sí el apoyo de los medios para sostenerse. Más aún, cuando la conflictividad social está en aumento.

Justamente por ello, una de las primeras medidas que tomó Mauricio Macri ni bien asumió -a diferencia de las medidas sociales que demoraron meses-, fue destrozar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual para beneficiar al Grupo Clarín, el principal multimedios de Argentina. No en vano, el especialista Martín Becerra calificó a la política de comunicación macrista como "restauración".

A pesar de que muchos deseen ocultar el poder de los medios, el Grupo Clarín ha sido un gran partícipe de la victoria macrista y uno de los que más irradia apoyo hacia el Gobierno de Cambiemos: desde las mañanas de Radio Mitre, hasta las tapas del diario Clarín, pasando por el Diario de Mariana a la tarde, cerrando con Telenoche y el noticiero de TN.

Dicho todo esto, nos hacemos un montón de preguntas contrafácticas acerca del comportamiento mediático con el nuevo Gobierno que, desde nuestra perspectiva, es una alianza imprescindible para su gobernabilidad.

¿Qué pasaría si el diario Clarín le sacara tapas negativas a Mauricio Macri como hacía con el Gobierno anterior? Esto se puede palpar incluso con la ausencia de acontecimientos relevantes como la histórica marcha del 12 de mayo en defensa de la educación pública. Puede chequearlo en la portada del 13 de mayo.

¿O si TN pasara una vez por hora una noticia sobre un asesinato o un robo violento como hacía antes? Y esto sin contar que en los últimos meses la cantidad de asaltos violentos, asesinatos y secuestros aumentó.

¿Qué sucedería si Jorge Lanata hiciera sus imprescindibles investigaciones sobre la corrupción en el macrismo? Los Panama Papers, la compra de dólar futuro por parte de funcionarios macristas o las acusaciones contra Fernando Niembro serían sólo algunos casos que se podrían investigar.

¿O si en lugar de invisibilizar las protestas sociales las promovieran tal como hacían antes? Desde este perfil siempre defenderemos la protesta social como una herramienta de los pueblos para interpelar al Estado.


Otros tiempos: en la apertura de 2015, el Macri candidato no sólo disfrutaba de la imitación, sino que también se prestaba a bailar.
Sugiero ver el baile, la musica de fondo y el diálogo que humaniza al Mauricio "empresario exitoso". Recuérdelo aquíFoto: Infobae

El kirchnerismo se equivocó: los medios no manipulan. De hecho, la Cristina Kirchner aliada a Clarín sacó un 43 por ciento de los votos en 2007. Bastante lejos del 54% que sacó la CFK enemiga de "el monopolio". Sin embargo, los medios sí cuentan con mucho poder para construir opiniones. Y más aún grupos mediáticos poderosos como el Grupo Clarín en Argentina, Grupo Globo en Brasil o Televisa en México.

Por lo tanto, estos multimedios son un actor fundamental en la política.

Y justamente esto se vio en las elecciones pasadas.

El Presidente Macri cuenta con una a favor: fueron tantos los líderes de opinión que lo apoyaron -Jorge Lanata, Marcelo Longobardi, Mirtha Legrand, Ari Paluch, Luís Majul, Jorge Fernández Díaz, Carlos Pagni, Joaquín Morales Solá, Alfredo y Diego Leuco, Nicolás Wiñazky- en las elecciones que, si Cambiemos fracasa, también habría fracasado la opinión de todos estos periodistas. O sea que el capital simbólico está compartido. Por el momento, la única con honestidad intelectual para cuestionar duramente las malas políticas de Cambiemos fue Mirtha Legrand quien también manifestó que sigue teniendo confianza.

Hasta el momento, el Gobierno de Mauricio Macri fue un fracaso. Salvo el cepo, su gestión no sólo no mejoró lo malo del kirchnerismo, sino que lo empeoró: inflación, hambre, desempleo y pobreza. Por suerte, gran parte de la sociedad cuenta con una doble vara para medir lo malo del kirchnerismo y lo malo del macrismo.

El Gobierno de Mauricio Macri es un gobierno débil porque depende de los medios. Si no cambia las políticas que han beneficiado a los más poderosos en detrimento de los que menos tienen, corre el riesgo de que en algún momento los que cambien sean los medios.

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