31 enero 2016

Mi amiga Ñoqui

La conocí a Ñoqui hace más de un año, cuando coincidimos en las IV Jornadas de Problemas Latinoamericanos en Foz de Iguazú. Esa vez fui ajustado de guita y dudé en ir, pero quería presentar las conclusiones de mi tesis en ese congreso al cual concurro cada dos años, y mi viejo me animó. Vale una aclaración: en muchísimos casos los cientistas sociales no conseguimos financiamiento y nos bancamos nuestras investigaciones y congresos nosotros solitos.

Ñoqui se sentó a mi lado y antes de exponer, halagó mi presentación por la cantidad de entrevistas. Me tocó el ego y me metió en el bolsillo, claro. Por su parte, Ñoqui presentó una investigación sobre un anarquista boliviano muy bien documentada. Así como yo estudio al Estado Plurinacional de Bolivia desde el marco teórico gramsciano, ella lo hace desde el anarquismo. Si bien nuestros marcos teóricos son diferentes, el objetivo de nuestras carreras académicas es el mismo: un mundo más justo. En resumen, nos "gustamos" intelectualmente y mantuvimos el contacto.

Ñoqui me contó que era profesora de Historia graduada en la prestigiosa Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. ¿Les dije alguna vez que me encantaría tener un título de la UBA? No importa. Como Ñoqui es vaga también está haciendo la Licenciatura y, por lo tanto, su tesis. Qué paja. Y encima con el calor de verano. Y encima los fines de semana. ¿Usted sabe la fiaca de hacer una tesis en verano?

Dos ñoquis abrazándose. El fotógrafo debió dirigirse especialmente a la casa de una de ellas y recrear el momento. Foto: ES

Cuestión que tras dos años de laburo gratis para el Estado -como tantas otras carreras, los cientistas sociales también hacemos mucho laburo gratis comenzando por las tesis, monografías y ensayos para congresos o revistas-, Ñoqui ingresó al Estado.

¿Ñoqui es kirchnerista? No, gil. No todo laburante estatal es K. Ni todo el que critica a Macri es K. De hecho ese congreso de Problemas Latinoamericanos tiene una impronta crítica del kirchnerismo. A título personal, critico a Mauricio Macri como antes a Cristina Kirchner. Y al igual que usted fui a varios cacerolazos. Porque quiero imaginarme que usted también fue a la calle en lugar de quedarse pancho en su casa mirando los cacerolazos por televisión, ¿verdad?

Me quedo pensando: ¿y si fuera kirchnerista? ¿Acaso el macrismo no tiene militantes en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires? ¿No hay peronistas y radicales trabajando en el Estado? Más allá de que no me guste el kirchnerismo ni el macrismo, para mí lo importante es que laburen y jerarquizar la función pública.

Voy a ser más explícito: que rajen a los hijos de Luis D'Elia, al hijo y a la mujer de Alejandro Vanoli en el Banco Central, a los barra-bravas que actuaron durante años como fuerza del kirchnerismo y a todos los ñoquis que fue dejando Aníbal Fernández por cada ministerio que estuvo. Pero que no echen a laburantes argumentando que son "ñoquis" y de modo tan violento. Porque detrás de cada numerito, detrás de cada despedido injusto, hay una persona que sufre, una familia que pierde un ingreso y un futuro incierto. 

Póngase un ratito en su lugar. Haga el intento.

El profesor de Historia de la Escuela de Altos Estudios de París Jérome Baschet en su libro "Adiós al capitalismo".

Cuestión que Ñoqui estaba muy feliz. Profesora de Historia y laburando en un museo. Genial, ¿verdad? Me gustaría pegarle el link de algunos de sus trabajos con la firma de las nuevas autoridades, pero me pidió no hacerlo. Tiene miedo. Usted que habló de Campaña BU, ¿se puso a pensar en el miedo de cuestionar a Macri, que algún macartista lea el comentario y que lo echen? Digo esto porque sabemos que espían las redes sociales del mismo modo que el kirchnerismo lo hacía con Proyecto X.

Hace una semana nos juntamos con Ñoqui a tomar mate. Hablamos de la actualidad y coincidimos con ver una restauración neoliberal. Digamos que los cientistas sociales leemos de política, de economía, de historia, de sociología, de comunicación. Acumulamos conocimiento teórico y hacemos análisis. Y obvio que nos equivocamos. Pero leemos. Abajo le pego bibliografía sobre el neoliberalismo. Lea y después discutimos. Pero lea, ¿eh? No sea Brancatelli de Macri.

Ñoqui también me dijo que tenía un poquito de miedo de perder el trabajo. Algo típico del modelo neoliberal junto a la flexibilización laboral. Con tanto despido, ¿usted no tiene un poquito de miedo de perder el trabajo o que los aumentos estén muy por debajo de la inflación?



El viernes Ñoqui me escribió por Whatsapp: la habían rajado. Fue una de los 494 despedidos del Ministerio de Cultura. Tenía bronca, indignación y tristeza. Le dije que escribiera. Me respondió que no podía. Estaba en shock. Me pidió que lo hiciera yo. El sábado me escribió un "fue dificil pegar un ojo anoche". Después de ser echada y mientras muchos estábamos en la pileta, Ñoqui hizo trabajo de archivo en la Biblioteca Nacional.

A mí estas cosas me dan tristeza. Y un poquito de bronca. Ojalá que antes de aplaudir un despido más, comprenda que muchos son injustos. Piense un poquito: si le duele la pobreza, los nenes descalzos y las familias viviendo en la calle, ¿cree que eso se soluciona creando miles de desempleados?

De todos modos es claro que el neoliberalismo fue hegemónico en las últimas décadas del siglo XX e hizo mella en los valores sociales. Pedir solidaridad frente al individualismo y el egoísmo del capitalismo en su faceta neoliberal es algo difícil. Esto también está escrito en la bibliografía sobre el neoliberalismo.


Bibliografía:

• BAUMAN, Zygmunt (1998). Trabajo, consumismo y nuevos pobres. Barcelona: Gedisa. 

• CASTEL, Robert (2004). La inseguridad social. ¿Qué es estar protegido? Buenos Aires: Manantial.

• CROUCH, Colin (2011). La extraña no-muerte del neoliberalismo. Buenos Aires: Capital Intelectual.

• FERRER, Aldo (2010). La economía argentina. Desde sus orígenes hasta principios del siglo XXI. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. Capítulo V: “La hegemonía neoliberal”.

• HUANACUNI MAMANI (2010). Vivir Bien / Buen Vivir. Filosofía, políticas, estrategias y experiencias regionales. La Paz: Editorial Prisa.

• LANDER, Edgardo (1993). La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas. Buenos Aires: CLACSO.

• SANTOS, Boaventura de Sousa (2003). La caída del Ángelus Novus: ensayos para una nueva teoría social y una nueva práctica política. Bogotá: ILSA.

• SENNETT, Richard (1998), La corrosión del carácter. Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo, Barcelona, Anagrama. 

• WHITECROSS, Mat, WINTERBOTTOM, Michael (Directores) (2009). The shock doctrine [Película]. Reino Unido: Renegade Pictures / Revolution Films Production. Disponible en: www.youtube.com/watch?v=_H1YiG2Wj_8

28 enero 2016

Gramsci: el intelectual orgánico

Tal vez sea porque en algún momento descubrí que la vida no era tan simple como pensaba. No lo sé. Pero la cuestión es que admiro a las personas que teniendo nada, llegan a tener mucho. O, mejor dicho, que viniendo desde abajo logran algo que sus condiciones estructurales no permitirían imaginar. Algo así me pasa con Pablito Lescano. Con "el Chino" Maidana. Y justamente esto refleja mi heroico furor por Antonio Gramsci


El "teórico de las superestructuras" nació en la isla italiana de Cerdeña el 22 de enero de 1891. Ya la infancia del intelectual fue difícil: nació en una familia pobre, con un padre ausente por arresto y en un cuerpo enfermo. Su juventud y adultez tampoco serían fácil: ganaría una beca para estudiar en la Universidad de Turín que debió abandonar por cuestiones económicas y de salud, fue derrotado políticamente, encarcelado injustamente por el fascismo durante 10 años y nunca conocería a su segundo hijo.

¿Se les ocurre algo peor para un hombre?

Y, sin embargo, cuando cualquiera habría tirado la toalla, él pensó. Y lo escribió. Y lo hizo bien. Desde la cárcel. Pensando en los que menos tienen. Y no regaló caramelos ni fue un demagogo. No. Su leit-motiv fue, sin duda, crear un l'ordine nuovo lejos de la desigualdades del capitalismo. Su objetivo fue contribuir a mejorar la vida de las clases subalternas y de los oprimidos desde el pensamiento y la praxis política. 

Mejor aún, en sus Quaderni del Carcere teorizó cómo llegar a una sociedad mejor en sociedades con capitalismo avanzado a través de la hegemonía, su concepto político más importante. Y, en ese camino, se peleó con todo aquello que su moral no considerara ético: desde Benito Mussolini hasta los medios.

Gramsci murió como nació: pobre y sin dientes, producto de una periodontitis expulsiva. Muríó a los 46 años tras una vida dedicada a la política. Y al comunismo, el modelo económico que el creía más justo. Si el fascismo quería impedir que "este cerebro funcione por 20 años", el intelectual sardo venció. A casi ocho décadas de su muerte, sus Cuadernos de la Cárcel  siguen siendo leídos, su obra es obligatoria para quienes deseen un mundo menos injusto y su vida es testimonio de lucha.

Por todo eso, a 125 años de su nacimiento, muchas gracias Nino.

Los Cuadernos de la Cárcel

Si bien Antonio Gramsci escribió sus más de 2000 notas de la cárcel en 32 cuadernos que fueron guardados por su cuñada, Tatiana Schucht, la estructura cronológica de los escritos fue descompuesta por su camarada Plamiro Togliatti. De este modo, los Quaderni del Carcere fueron editados y recopilados en seis libros temáticos a través de la Editorial Einaudi:



2) Los intelectuales y la organización de la cultura (1949)

4) Literatura y vida nacional (1950)
5) Il Risorgimento (1949)
6) Pasado y Presente (1951)

Para una introducción al pensamiento de Gramsci, sugerimos leer "Gramsci para principiantes" de Néstor Kohan. Imagen: REP.

Esta ruptura de la línea cronológica fue cuestionada por varias autores, más aún cuando el mismo Gramsci sugiere que la obra de un intelectual debe recogerse y estudiarse de modo cronológico. En consecuencia, el Instituto Gramsci publicó en 1975 su “edición crítica” a cargo de Valentino Gerratana. Esta edición está agotada en la edición española.

En Argentina, los cuatro primeros fueron publicados por el Partido Comunista a través de su Editorial Lautaro, entre 1958 y 1962. Este trabajo fue coordinado por Héctor Agosti y los traductores fueron José Aricó, Raúl Sciarrieta e Isidoro Flaumbaum. Los volúmenes de "Pasado y Presente" e "Il Risorgimento" fueron editadas por Editorial Granica.

En la actualidad, los tres primeros se siguen editando por Nueva Visión y se pueden conseguir en las librerías. "Il Risorgimento" y "Literatura y Vida Nacional" se volvieron a editar hace poquito por Editorial Las Cuarenta, pero "Il Risorgimento" ya está agotado. En mi caso conseguí "Il Risogimento" usado por la editorial mexicana Juan Pablos Editor (del año 1980).

Ya sea la edición crítica o la edición temática, léalo a Gramsci. Le va a hacer bien.

26 enero 2016

Protesta social: el kirchnerismo en su laberinto

Tras un primer momento de apoyo a la movilización popular, el kirchnerismo cuestionó todo tipo de protesta social: desde los cacerolazos de la clase media hasta los cortes en la Panamericana de los trabajadores. En bocas del oficialismo, las protestas fueron "desestabilizadoras" o "golpistas". Cuando no, reprimidas.

Fue el Gobierno de Cristina Kirchner el que encarceló al "Pollo" Sobrero. Fueron los militantes del Frente para la Victoria quienes corrieron a golpes al cacerolazo en apoyo al campo en 2008. Y fue la burocracia sindical, que tanto apoyo tuvo del kirchnerismo, la que asesinó al militante de izquierda Mariano Ferreyra.

¿Qué pensará ahora el Frente Para la Victoria sobre la fascista Ley Antiterrorista? Deberían haber prestado más atención a las sugerencias de Horacio Verbitsky y Mempo GiardinelliAl igual que con la inflación y la inseguridad, el kirchnerismo no tiene autoridad moral para hablar de la "criminalización de la protesta social".

Ya en la sombra del poder, la principal dirigente social del kirchnerismo en el Noroeste Argentino, Milagro Sala, fue presa acusada de "instigación a cometer delitos y tumulto, al haberse alzado en contra de decisiones gubernamentales". Recordemos que hace muy poco, un militante radical fue asesinado, la organización Tupac Amaru fue señalada por el hecho y el kirchnerismo defendió a su líder.

Símbolo del kirchnerismo: empoderó a las clases populares y luego desvirtuó su obra con autoritarismo y corrupción. Foto: Telam

Ahora bien, si existen muchas razones para ser considerada culpable, la causa por la cual fue encarcelada es una clara criminalización de la protesta social. Esto ha sido explicado por personas con autoridad suficiente como el Premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, o por instituciones que defienden los Derechos Humanos a nivel internacional como Amnesty International. Hasta un grupo de 27 Eurodiputados manifestaron su rechazo y preocupación por una "clara violación de los Derechos Humanos en Argentina".

Seamos claros: que Milagro Sala vaya en cana por corrupción, malversación de fondos públicos, asociación ilícita, narcotráfico, amenazas o el asesinato de Jorge Velázquez, por mencionar alguna de las acusaciones que se le hacen. Pero no por protestar. 

En este sentido, la detención del Secretario General de ATE Río Negro, Rodolfo Aguiar, y las balas de goma contra trabajadores del Estado despedidos en La Plata son otros graves precedentes y permiten vislumbrar una política represiva del Gobierno de Macri contra la protesta social.

¿Qué habrían pensado los cientos de miles de personas que participaron de los cacerolazos contra Cristina Kirchner si uno de ellos hubiera sido llevado a la cárcel? ¿O si hubieran tirado balazos o gases contra los manifestantes? ¿Cuál ha sido la posición de Mauricio Macri sobre las encarcelaciones de los opositores venezolanos Leopoldo López y Antonio Ledezma?

El no kirchnerismo debe tener memoria y recordar que las movilizaciones populares son una herramienta de los pueblos para cuestionar y exigir al poder político. Los cacerolazos que ayudaron a limar la popularidad de Cristina Kirchner son una gran muestra de ello. Apoyar la criminalización de la protesta social va en contra de sus mismos intereses.

Más aún en un contexto de ajuste económico y conflictividad social.

20 enero 2016

Sobre el primer mes de Macri

En su primer mes como Presidente, Mauricio Macri respaldó sus principales medidas en el odio a Cristina Kirchner. Es decir, un sector de la sociedad apoyó una serie de decisiones por el simple hecho de que del otro lado está un "mal mayor": el kirchnerismo y La Cámpora. Veamos algunas de estas medidas:

a. Devaluó el dólar oficial un 40 por ciento y desreguló "Precios Cuidados", lo cual generó una inflación difícil de calcular, pero que cualquier persona que va al supermercado, a la carnicería o a la verdulería puede notar.

b. Esto significa que todos vamos a consumir menos. Peor aún: muchos pasaron a ser pobres o indigentes.

c. Despidió a miles de trabajadores del Estado. Si los votantes de la "revolución de la alegría" pedían "menos planes y más trabajo", el macrismo respondió con despidos, argumentando que eran "ñoquis". El brancatellismo de Macri no sólo aplaudió estos despidos: si son en la empresa privada también los justifican diciendo que los privados tienen "derecho a". 

Resumiendo: para los macristas despedir siempre está bien. ¿Qué les habrá pasado a esas almitas para sentirse felices con el desempleo ajeno? ¿Será que nunca habrán sufrido estar mal pagos o la incertidumbre de no poder llevar un plato de comida a casa? 

¡Qué fácil es hablar con la panza llena!

d. El desempleo estatal significa un aumento del desempleo en general. O sea, más personas buscando laburo. Esto significa que algunos empresarios no comprometidos con el bienestar de los trabajadores -que quede claro que dije "algunos", nunca generalicé- van a poder elegir con mayor libertad y con menos sueldos y menos derechos laborales. Como sucedió en el neoliberalismo.

e. Precios más caros y menos empleo significan que el slogan "Pobreza Cero" quedó en una frasecita que ayudó a que muchos pudieran convencerse de que, realmente, el macrismo no era tan malo como decíamos.

f. Del lado del poder económico, mencionamos que quitó retenciones al sector agroexportador, generando que los terratenientes y las cerealeras aumenten su rentabilidad. Entonces, si los asalariados somos más pobres con el macrismo, los latifundistas son más ricos. 

Los sectores progresistas apoyamos la quita de retenciones a los pequeños y medianos campesinos, y a las economía regionales con dificultades en su rentabilidad. Pero, ¿quitar retenciones a todos por igual? Ahí no. Agregamos que los medios anunciaron una quita similar en la minería: hay que estar atentos.

g. Sumamos también que intervino el AFSCA y la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual a través de un DNU en lo que muchos interpretamos es la punta de lanza para beneficiar a Clarin.

Lo sabe. Pero para maximizar ganancias, el capital necesita que haya miedo a perder el empleo. Foto: Claudia Laudano

A poco de asumir, me dijeron que estaba deseando que le fuera mal al nuevo presidente y qué pasaría si estaba equivocado. Esa persona tiene razón. Lo que hacen los cientistas sociales es leer, conocer, interpretar y pensar qué puede suceder a futuro teniendo en cuenta el pasado. Claro que la historia no es lineal y por supuesto podemos pifiarle.

Desde nuestra posición, tomando el pasado es que se equivocaron los amigos de las "Campañas BU": lo nuestro no era un temor infundado con fines electorales, lo nuestro era un miedo a partir del conocimiento. Conocimiento invisibilizado por los medios que apoyaron a Macri. Como dice la clase media ilustrada para cuestionar a las populares: la información nos hace libres.

Entonces, ¿qué podríamos esperar de un presidente que como jefe de gobierno de la ciudad más rica de la Argentina aumentó la mortalidad infantil? ¿Podemos esperar que urbanice todas las villas del país cuando no lo hizo en su distrito durante ocho años de gestión?

Dicho todo esto: ¿creen que podríamos unirnos a un gobierno que en un mes arrojó a miles de argentinos a la marginalidad? Si no apoyamos al kirchnerismo que estuvo más cerca de los que menos tienen, pero fue corrupto y autoritario, ¿por qué lo haríamos con alguien que como gestor ha sido abiertamente anti-popular?

Nunca le faltó nada. Ante la pregunta por los despidos, Macri respondió: "Yo sueño que tengamos una Argentina donde cada uno de nosotros encuentre un lugar donde ser feliz". ¿Cuánto más felices serán los nuevos desocupados y sus familias? Foto: Explícito

Ya hay muchos votantes de Macri arrepentidos y si la situación económica continúa empeorando no faltará mucho para que su base social comience a licuarse. Piense: más allá del odio a CFK, ¿cuál sería la actitud de quien votó a Macri si los aumentos de sueldo no cubren el costo de vida y la situación económica es peor que con el kirchnerismo?

De continuar en el mismo camino, Macri no sólo será recordado como un presidente garca que gobernó a favor de los poderosos e hizo a los ricos más ricos y a los pobres más pobres, sino que también abrirá el camino hacia el miedo más grande de su base electoral: que Cristina Kirchner sea recordada como una buena gobernante que benefició a los más humildes, abriendo las posibilidades de su retorno en 2019.

Sin embargo, en la historia no hay nada escrito. Macri puede cambiar y hacer algo totalmente diferente a lo que hizo hasta ahora. De lo contrario, la sociedad está en todo su derecho a salir a protestar.

Podría ser. El arte suele explicar cosas de modo más simple que la ciencia. En el marco de la 
crisis española, Ismael Serrano escribió esta canción que refleja la situación de desempleo.