17 noviembre 2013

Anti-capitalistas

¿Anti-capitalistas? ¿Nosotros? No, señor. No somos anticapitalistas porque sabemos que la mayoría no toma en serio a los anticapitalistas. Los que están en contra del sistema son útopicos. Y las personas grandes (que olvidan que en algún momento fueron niños, diría alguien) no son utópicas. Son y deben ser serias. Los grandes usamos traje y corbata, no usamos ilusiones. Además, si no hubiera capitalismo, ¿qué habría? El mundo capitalista funciona. O al menos funciona para algunos, y nosotros estamos dentro de esos algunos. Entonces, para qué criticarlo. Como dice Zizek, es más fácil pensar el fin del mundo (el 12 de diciembre de 2012, por ejemplo) que en un cambio en el sistema económico mundial. 

Por eso decimos que de ningún modo somos anti-capitalistas... Somos humanos. Nos duele el hambre, nos duele la miseria. Y nos duele más la gente que se muere de hambre y se muere de miseria. Nos duele ver personas durmiendo en la calle. Las panzas vacías. Y también nos duele la explotación del hombre por el hombre. Nos duele la marginalidad, la falta de acceso a la educación. Las familias sin casas y los techos de mil estrellas. También nos duele los que comen la basura. Los chicos que trabajan en lugar de jugar. 

Nos duele, ¿vio? ¿Qué le vamos a hacer? Por eso podemos dejar de pensar que lo mejor que tenemos son nuestros celulares, autos y ahorros. Por eso podríamos ceder nuestro consumo por un mundo más equitativo. Y lo peor de todo es que un conjunto cada vez más grande de soñadores (no serios) creemos que un mundo más equitativo es posible. Y la salida para ello es, justamente, mi amigo, un mundo que critique al capitalismo.


Hambre, capitalismo e indiferencia: un niño sudanés desnutrido y un buitre al acecho. En 1993 el fotógrafo Kevin Carter ganó el Pulitzer por esta foto. Después de la premiación no resistiría el "¿Hiciste algo para ayudarlo?" y se terminaría suicidando.

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